Desde la misma época de Moisés, ya en las Antiguas Escrituras se hablaban y usaban las oraciones para pedir perdón como la mejor forma para disculparse con alguien, con uno mismo, incluso con nuestro Señor. Sin ir muy lejos el propio Moisés las utilizaba, pues como profeta, le tocó el duro trabajó de sacar de Egipto al pueblo de Israel. Un pueblo que llevaba años sufriendo las peores penurias y castigos. Desde esta época, Moisés en numerosas ocasiones tuvo que orar para pedir perdón por los pecados cometidos por su pueblo.
En el capítulo 32 del libro de Éxodo en su versículo 30 dice:
“Ustedes han cometido un gran pecado, pero ahora voy a subir donde Dios. Ojala pueda obtener por ustedes el perdón de este pecado.”
En este post hablaremos un poco más acerca de la oración y como a través de ella puedes perdonar y ser perdonado.
El perdón difícil de dar y fácil de pedir
El perdón es considerado una virtud, que deberían tener todos los seres humanos, pero que muchas veces nos cuesta realizar en especial cuando se ha sufrido una agresión u ofensa. El perdón trae paz, gozo, te permite vivir de una forma libre y sin cadenas que te hagan la cruz que llevamos a cuesta más pesada.
Un hecho que es relevante es que, para pedir perdón, se debe tener mucha humildad y para darlo se debe tener mucha misericordia. Ambos elementos (humildad y misericordia son otorgados por el Espíritu Santo), sin duda que el perdón es clave para nuestra salvación. En la oración del Padrenuestro un segmento es dedicado a este hecho “Perdona nuestros pecados como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.”
Oraciones para pedir perdón
Son muchas las oraciones que puedes realizar para alcanzar la absolución de tus culpas, en la Palabra escrita puedes encontrar diferentes formas de orar a tu Padre Celestial. Un ejemplo de ello es el Salmo capítulo 51, versículo 3 al 4 que dice:
“Piedad de mi señor, en tú bondad, por tu gran corazón borra mi falta. Que mi alma quede limpia de malicia, purifícame tú de mi pecado.”
En el evangelio de Juan capítulo 1 versículo 9 dice: “Cuando confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo, nos los perdona”
En Mateo uno de los evangelistas hace referencia al pecado más grande y al perdón, en el capítulo 12, versículos del 31 al 32:
“Por eso les digo: se perdonará a los hombres cualquier pecado y cualquier palabra escandalosa, que hayas dicho contra Dios. Pero las calumnias contra el Espíritu Santo no tendrán ´perdón. El que insulte al Hijo será perdonado; en cambio el que insulte, al Espíritu santo no será perdonado en este mundo, ni el otro.”
A continuación se le mostrará unas oraciones que pueden servirle para realizar la oración de pedir perdón:
“Señor, perdóname por dejar que los miedos y las dudas se interpongan en mi obediencia hacia ti. Dame la fuerza y el deseo de dar un paso en la fe y confiar en que estoy equipado y que soy capaz en tu fuerza. En el nombre de Jesús, Amén.”
“Padre, dame ojos para verte y oídos para escucharte en medio de mi día. Cuando surjan desafíos, concédeme la capacidad de salir de mis emociones para enfrentar la situación de la mejor manera. Y cuando cometo errores, dame el coraje de pedir perdón a los demás, y aún más, de perdonarme a mí mismo. Recuérdame tus promesas, el hecho de que todos somos hermosos y únicos, hechos a tu imagen y semejanza, y que siempre que me miras, lo haces con el amor de un Padre. Amén.”
“Querido Señor, no podemos verte, pero confiamos en que estés allí. Confiamos en que tengas el mundo en la palma de tu mano. Ayúdanos a vivir todos los días con esa perspectiva. Perdónanos por perder la fe y ayúdanos a entender que la misma, se encuentra en las pequeñas acciones de bondad que hacemos. Perdónanos por no confortar siempre al hermano afligido y ayúdanos a extenderle una mano a todos los necesitados, porque así estaremos declarando tu victoria. Amén.”
“En este día Padre Misericordioso acudo ante tu presencia, tu que eres un Padre amoroso y justo con tus hijos, vengo a confesarte que soy pecador, que he obrado mal, que no he cumplido con tu palabra a cabalidad mi intención nunca fue causar daño, pero lo he hecho y me arrepiento de ello. Señor, Padre Celestial, tú que todo lo sabes, que puedes ver dentro de mis pensamientos mi alma, sabes que mi arrepentimiento es sincero. Te pido intercede por mí, y por la persona que he lastimado con mis acciones. ”
Una oración para olvidar y perdonar, cuando has sido tú el agraviado, porque el odio y resentimiento no son agradables al Señor:
“Amado Dios, fuente de sabiduría eterna, de amor, compasión, ilumina mi día, ilumina mis pensamientos y concédeme la habilidad de distinguir entre un corazón puro y honesto del corazón frío, falso y duro como una piedra, si de verdad su arrepentimiento es genuino, permite que así como tú eres piadoso, yo pueda serlo y pueda perdonar su equivocación, su falta y su error, al fin solo soy un mortal igual a la persona que me ofendió. Padre Celestial haz que mi corazón y mis pensamientos olviden por completo los agravios cometidos en mi contra, dame un corazón dulce, limpio y puro como el cristal, no dejes que mi corazón se envenene con el rencor”
Dios realmente perdona al pecador
Dios es un Padre de misericordia y de amor infinito, que en su palabra nos invita de forma continua a renovar nuestro espíritu en la fe y la oración. Él nos quiere libres de pecado pero conoce nuestras debilidades. Por ello nos da herramientas para que alcanzar la salvación, no en vano Dios entregó a su único hijo en la cruz para el perdón de nuestras culpas.
Al momento de realizar la oración donde pides total absolución de tus culpas, primero debe haber un sincero arrepentimiento, no es suficiente decir, Dios perdona mis pecados si no estás arrepentido de corazón.
Lo segundo que debes tener en consideración que debes en comprometerte en no repetir tales acciones pues el pecado deja una huella en nuestra alma y si no buscas eliminar de raíz el factor que nos hizo caer en pecado seguirás cayendo en pecado, en un ciclo vicioso de perdón-pecado que no es agradable para los ojos de Dios.
Nacimos con la mancha del pecado
La humanidad según la misma Biblia nos dice que hemos nacido del pecado pues cuando Adán y Eva vivían en el paraíso, no conocían, ni sentían vergüenza de sus cuerpos. Al desobedecer a la advertencia del mismo Dios, fueron desterrados del paraíso y es allí, donde la humanidad empieza su largo camino hacia la redención a los ojos del Creador.
A pesar de que fuimos creados a obra y semejanza de Dios, el factor curiosidad es algo que siempre ha inquietado al hombre y que muchas veces lo ha llevado a cometer faltas. Faltas que pesan sobre la conciencia y es allí cuando se ve en la necesidad de buscar en perdón.
Pero como ya se ha mencionado, es solo con el arrepentimiento sincero de las acciones cometidas y la oración perenne que se puede conseguir el perdón de los pecados. En esa misma medida debemos perdonar, ya que con la misma vara que juzgues serás juzgado. Pedir perdón es fácil, pero perdonar no siempre lo es, así que piensa mucho antes de cometer una falta. Dios es amor y Misericordia, así que se fiel a la oración.
La Oración para el Amor
