La Oración de Sanación

Muchas oraciones guardan detrás de sí un gran poder de sanación. Incluso sacerdotes y pastores de diferente índole de corriente cristiana, han dado fe del poder tan grande que tiene la invocación de una oración de sanación.

La oración de sanación es una plegaria para pedir a Dios por la salud. Por la cura de una enfermedad, de una dolencia, para que una intervención quirúrgica sea exitosa, para que un tratamiento médico sea efectivo. Y es que no se trata de superstición o un acto mundano de brujería, se trata del poder de Dios que obra a través de las oraciones.

¿Cuándo se debe realizar una oración de sanación?

Las oraciones de sanación se pueden realizar en cualquier momento del día. En especial si tienes necesidad de sentir de la presencia de Dios padre todopoderoso, si necesitas de su fortaleza, de su coraje y de su valentía.

Puedes realizar una oración personal para tu salud y recuperación. Así como también la puedes hacer para un amigo, un familiar, tu pareja, un vecino o un conocido. Incluso por alguien que aunque no conozcas del todo, significa mucho para otras personas.

Lo más importante al realizar una oración sanadora, es que debes invocar el nombre de Dios con mucha humildad y prudencia. Que ante todo debe realizarse su voluntad, los designios del Señor son misteriosos y a veces no entendemos las pruebas a la cual estamos siendo sometidos, el porqué de la misma. Lo que es seguro es que viene con una lección que necesitas aprender.

¿Por qué es importante realizar una oración de sanación?

Dios en muchos fragmentos de la Biblia nos dice, pide y se te dará, ora como si ya se te fuera concedida tu petición, y es que con fe, todo es posible. Las oraciones de sanación se concentran en algo muy puntual, que es tener mejoría de salud. No solo se trata de dar gracias por esta con vida, no solo es dar gracias por el día, por la noche o por los alimentos, se trata de un problema que quizás escapa de nuestras manos y que solo con la ayuda de Dios se podrá superar la prueba.

Este tipo de oraciones las puedes repetir tantas veces como creas necesarias, sin importar en el momento del día en el que te encuentras. Por lo general, este tipo de oraciones son poderosas en especial cuando las realiza una persona encargada de llevar un Ministerio, ya que ellos poseen una sabiduría especial que no es común a cualquier persona.

Modelo de oraciones de Sanación

Si estas en un momento de salud difícil, sientes angustia y preocupación por alguna intervención quirúrgica o porque un familiar está enfermo, puedes realizar esta oración de sanación y liberación:

“Señor de las alturas, tu que eres grande y omnipotente, tu que me amas y me bendices todos los días, te doy gracias porque eres maravilloso, bendito sea tu Nombre. En este momento de dificultad, quiero entregarte todos mis problemas, quiero entregarte mi dolencia, porque solo tu Señor me puedes dar la paz que necesito en este momento de oscuridad.

Jesús, en tu eres luz en mi vida, tu palabra es el camino, la verdad y la vida, Jesús te pido que te asomes en mi ventana y con tu resplandor ilumina mi ser, para saber cómo debo proceder y por donde debo caminar.

Te pido que en los momentos que sienta tristeza, me des alegría, que en los momentos de duda, me des coraje y certeza. Tu mejor que nadie sabes lo que necesito en este instante de mi vida. Sin ti no soy capaz de vencer esta dolencia, solo con tu presencia lo puedo todo.

Tú que conoces mis debilidades y angustias, te pido Padre Celestial que a través de la Santísima Trinidad me llenes de tu bendición. Señor cubre con tus manos mi ser y concédeme la sanación no solo de mi cuerpo, sino también de mi Espíritu, porque solo tú puedes lograr tal hazaña.

“Señor has que con tu poder infinito, tu gracia y tu gloria, se posen sobre mi cuerpo convaleciente, llena mi ser de tu fortaleza, lléname del coraje que necesito para salir victorioso de esta prueba. Sé que no soy perfecto, sé que sin ti no sería nada, por eso hoy me postró frente a ti, en busca de tu auxilio, para que con tu corazón bondadoso me concedas la liberación de mis cargas y la curación de mis dolencias, para que de esta batalla. Salga en victoria, honrando tu nombre, porque solo tu Señor eres capaz de tan grandes Hazañas”

“Señor, vengo a ti y te agradezco por acercarte a mí cuando lo necesito. Pensar que eres consciente de mí, abruma mi alma. Pero Señor, hoy mi espíritu se siente pesado y mi cuerpo está débil. No puedo soportar el peso de esta ansiedad y pánico por más tiempo. Reconozco que no puedo superar esto solo, y rezo contra el enemigo que está tratando de sacudir mi fe y desgarrarme. Ayúdame a permanecer fuerte en ti. Fortifica estos huesos cansados y recuérdeme la verdad de que este dolor y pánico no durarán para siempre. Esto también pasará.

Lléname de tu alegría, paz y perseverancia, padre. Restaura mi alma y rompe las cadenas de ansiedad y pánico que me unen. Confío en ti mi pánico y sé que tienes el poder de quitármelo todo. Pero incluso si no lo haces, sé que no tengo que ser esclavo de mi miedo. Puedo descansar a la sombra de tus alas y me levantaré y venceré con tu fuerza inquebrantable. En el nombre de Jesús, Amén.”

Dentro de las escrituras se pueden encontrar otros modelos de oraciones de sanación y podrás ver, como desde hace muchos años atrás eran proclamadas estas alabanzas, en Proverbios capítulo 4 versículo 20 dice:

“Hijo mío, pon atención a lo que digo; Escucha atentamente mis palabras. No los dejes fuera de tu vista, mantenlos dentro de tu corazón; porque son vida para quienes los encuentran y salud para todo el cuerpo de un hombre.”

Este segmento hace referencia a que la Palabra de Dios escrita o escuchada debe permanecer en el corazón del hombre, ya que la misma es la mejor forma de liberación y sanación que puede existir. En definitiva en las escrituras están las respuestas a las dudas que puedas sentir ante cualquier problema.

Con las oraciones de sanación no puedes esperar un milagro instantáneo, no se trata de una fórmula mágica o de un acto de magia, pues como todo representa un proceso, así que debes ser perseverante, constante, orar todos los días confiados que Dios siempre querrá lo mejor para ti.

Debes tener presente que siempre serás liberado y sanado, pero no en los tiempos que el ser humano espera. Los tiempos de Dios son distintos, nunca debes perder la esperanza, nunca dejes que un mal momento te haga dudar del amor tan grande que tiene Dios para con nosotros su pueblo.